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Chiapas y Quintana Roo, Eslabones Importantes en el Corredor del Narco de la Frontera Sur

Chetumal.-Pocos días antes de que aterrizara en la zona maya de Quintana Roo un jet procedente de Venezuela cargado con cocaína, otro avión de turbina hizo lo mismo en el sur del estado de Chiapas, cerca de la frontera de Guatemala, donde después de descargar también fue quemado por los narcotraficantes.
Se trata de un avión Learjet con la matrícula XB-NRX, que ingresó a cielo nacional de manera ilegal el pasado miércoles 1 de julio desde Guatemala, y fue encontrado por los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) cuando ya estaba parcialmente calcinado.
El avión aterrizó en la costa de Chiapas, en el municipio de Mapastepec, entre potreros potreros y manglares, a pocos metros de la playa, por lo que fue localizada hasta el jueves.
Según los reportes, el Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA) rastreó el ingreso de la nave el miércoles 1 de julio, pero se perdió el contacto con ella, por lo cual el jueves se desplegó un operativo para ubicarla en una pista clandestina, en la zona donde los lugares reportaron el sobrevuelo del avión a baja altura.
Luego de adentrarse a la zona de difícil acceso, los elementos del Ejército Mexicano localizaron el Learjet calcinado.
La matrícula XB-NRX de esta aeronave es sobrepuesta, pues es semejante a la que tuvo un jet parecido, solo que de la línea Grumman Gulfstream II, que fue investigada en Manta, Ecuador, de donde pretendía sacar una tonelada de cocaína en septiembre del 2018, y se le vinculó supuestamente al Cártel de Sinaloa.
Según el medio La Silla Rota, ese jet Gulfstream II con matrícula XB-NRX inclusive había sido utilizado para las grabaciones de la serie “El Señor de los Cielos” y era propiedad de un particular.
Pero tras la vinculación en Ecuador con actividades del narcotráfico, el país sudamericano inició una investigación que llevó a la detención de dos empresarios vinculados al trasiego de drogas para el Cártel de Sinaloa.
El jet Gulfstream que usaba la matrícula en el 2018 era blanco con rayas rojas y gris, y el jet Learjet que fue siniestrado en Chiapas la semana pasada es de blanco con rayas azules y caqui.
De esta forma operan los narcotraficantes en la frontera sur del país con aviones jets, los cuales roban en diversos aeropuertos y les cambian la matrícula, inclusive utilizando las mismas varias veces.
A los cuatro días del aterrizaje del Learjet en Chiapas, ocurrió el descenso del jet Hawker 700 en el kilómetro 160 de la carretera Muna-Felipe Carrillo Puerto, en la zona maya de Quintana Roo, donde los narcotraficantes le prendieron fuero también después de bajar su ilegal carga.
Este fue un Hawker de la línea Bristish Aerospace, con matrícula XB-RCM, pero con capacidades y características semejantes al Learjet y a otros aviones de turbina que los narcotraficantes han convertido en sus principales vehículos de tráfico en su intento para superar la barrera establecida por las Fuerzas Armadas con el SIVA.
Y también muestra el despliegue del narcotráfico en las zonas fronterizas de México con Belice y Guatemala, donde ha quedado también de relieve la vinculación de los aeropuertos de Chetumal, Quintana Roo, y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, como puntos de escala de los aviones en sus vuelos a Sudamérica y puntos de referencia para maquillar sus operaciones como vuelos privados legales.
Tal es el caso que el Hawker matrícula XB-RCM que aterrizó en la zona maya de Quintana Roo el domingo pasado estuvo primero el sábado en el aeropuerto de Chetumal, de donde en la noche salió declarando que volaría a Tuxtla Gutiérrez, pero ya en vuelo se desvió hacia Sudamérica, para reaparecer en cielo mexicano al otro día con un cargamento de droga.
Y apenas en el mes de junio otro jet del narcotráfico usó la misma conexión Chiapas-Quintana Roo, sólo que en su caso estuvo en el aeropuerto de Palenque, Chiapas, en escala antes de dirigirse a Sudamérica, y salió de allí con ruta declarada a Chetumal, a donde nunca llegó.
Ese avión era un Grumman Gulfstream matrícula N27SL, que apareció el domingo 14 de julio estrellado en el estado de Zulia, Venezuela, en la frontera con Colombia.
A ese avión inclusive la Fiscalía General de la República (FGR) lo aseguró brevemente en el aeropuerto de Palenque, pero el sábado 13 de junio lo liberó.
En la tarde del mismo sábado el piloto del Grumman Gulfstream pidió autorización para despegar con un plan de vuelo con destino al aeropuerto de Chetumal, y le fue concedido, partiendo a las 17:58 horas.
Pero a las 19:40 horas de ese sábado, el jefe de la Guardia Nacional en el aeropuerto de Chetumal emitió una alerta, debido a que minutos antes la torre de control había perdido contacto con la aeronave.
Al día siguiente, en Venezuela se reportó que esa aeronave procedente de México se había estrellado a las 6 de la tarde en una pista clandestina en el municipio de Machiques de Perijá, en el estado de Zulia, fronterizo con Colombia, cuando ya llevaba droga en dirección a Centroamérica o México.
El aeropuerto de Palenque donde a finales del pasado mes de abril se decomisaron 150 kilos de cocaína, forma parte del corredor aéreo sur del tráfico de drogas.
Pero en ese corredor aéreo también está la frontera México-Belice, donde se encuentra Chetumal, cuyo aeropuerto es utilizado como escala de reabastecimiento de aeronaves procedentes del norte del país y que luego de recargar combustible parten hacia Sudamérica a buscar droga, para luego regresar a la frontera sur de México o al norte de Centroamérica.(Cambio22)